Los
huevos son un alimento apreciado por el hombre desde tiempos inmemoriales, es
un alimento muy rico y completo nutricionalmente.
El huevo
se compone de
cuatro partes básicamente, cáscara, membrana, yema y clara,
de las cuales, las dos primeras no
tienen para nosotros mayor interés,
puesto que no se consumen.
El aspecto externo, tanto en la forma como en el
tamaño varia, por un lado la cáscara es
de un color que oscila desde el blanco
al pardo rojizo, lo que no tiene mayor
influencia para la calidad del huevo.
Por otro el tamaño se mide en
gramos, y en general los huevos que se
comercializan están entre los 50 y los 65 gr.
La yema, representa alrededor del 30% total del huevo,
y es una mezcla de proteínas y lípidos sobre todo, lo que la
hace muy valiosa
nutritivamente, además tiene
propiedades emulsionantes, lo que la
hace ser utilizada en la confección de salsas etc.
La
clara por el contrario se compone fundamentalmente de proteínas (albúminas) y agua, y su principal
característica es que
reacciona al batido
formando espumas, que son las
responsables del esponjamiento de
productos de pastelería como los bizcochos. Además, los huevos poseen en
cantidades variables vitaminas A, D, E y
K.
Un aspecto que hay que tener en cuenta al hablar
de los huevos es su valoración comercial, que viene determinada por tres
factores:
- Tamaño: Ya
hemos dicho que el tamaño en los huevos se
determina en función del peso, se
supone que a mayor peso mayor valor
comercial tiene.
- Estacionalidad:
Actualmente este aspecto carece de importancia ya que la producción de huevos
de granja es estable a lo largo del año.
- Calidad:
Este va a ser el aspecto más decisivo y el más difícil de determinar.
Para determinar la calidad de un huevo tendremos
en cuenta, lo primero la procedencia, si
este procede de gallinas de granja o de gallinas de caserío,
(la alimentación y la forma de vida son
diferentes) las condiciones organolépticas variaran,
no así las nutritivas.
- Grado
de frescura del huevo: Debe de
tener la clara tiesa y recogida
envolviendo a la yema que será semicircular y no aplastada, cuanto más tiempo pasa más liquida
se vuelve la clara (también tiene
que ver con la conservación).
- La
conservación: debe realizarse en cámara a una
temperatura lo más cercana a 0º, en unas condiciones de humedad
determinadas para evitar la pérdida
de peso del huevo. (La cáscara es porosa y por lo tanto permeable).
- Las
aplicaciones: de los huevos
son muy
variadas, como plato de primer entrante, como guarnición de ensaladas, platos
calientes etc. Además
como elemento ligazón en la
elaboración de salsas,
en productos de pastelería y postres.
Métodos de cocinado:
- Huevos cocinados con cáscara:
Tener en cuenta tres aspectos: Integridad de
la cáscara al final de la cocción, tiempo de cocción
ajustado, para evitar pardeamientos indeseables, Y cocinarlos
desde agua hirviendo y sin tapa.
1- Huevos pasados
por agua:
Se introduce el huevo en agua hirviendo con
algo de sal y se mantiene durante
dos minutos y medio a tres minutos. El
huevo deberá quedar con la clara
semi-liquida y la yema sin cuajar.
No
tiene conservación de ninguna
clase, por lo que se elaborara en el
momento de ser servido. Se utiliza para
menús de régimen y desayunos.
2- Huevos mullidos
o mollets:
Agua casi a punto de hervir con sal, se introduce el huevo y se mantiene entre 5 y
6 minutos. La clara quedara cuajada y la
yema semi-líquida. Puede conservarse
durante un par de días
en el frigorífico sin pelar.
Puede servirse tanto en caliente con alguna salsa,
como en frío, de guarnición de alguna
ensalada o con alguna salsa mahonesa o
derivada. Para su servicio se pueden calentar pelados unos 3´ en agua muy
caliente.
Elaboraciones
clásicas:
- Cardinal:
En tartaleta con s. cardinal y dados de bogavante. Napar con la misma salsa y
decorar con huevas de bogavante.
- Florentina: Sobre
costrón de pan frito, espinacas salteadas en mantequilla y napadas con salsa
mornay.
- Enrique IV: Sobre
costrón de hojaldre. Napar con Salsa bearnesa.
- Reina: Sobre tartaleta de hojaldre con trocitos de pollo y napados con salsa suprema.
3- Huevos duros:
Se cocinan desde agua hirviendo con sal, durante aprox.
10-11 min.
Después se refresca como en el resto de los
casos para que no se pase de cocción. En
caso contrario la superficie de la clara y de la yema sobre todo podría
adquirir un tono pardo indeseable. Puede
conservarse en el
frigorífico durante bastante tiempo sin pelar.
Su
utilización es prácticamente la misma que la de los huevos mollets, además se pueden picar
como guarnición y decoración.
Elaboraciones clásicas:
- Chimay.
Cortar por la mitad, tamizar yemas, perejil picado, champiñones y cebolla, rehogarloo todo. Ligar con nata para
rellenar las claras. Napar con Salsa mornay.
- Aurora:
Lo mismo que los anteriores pero reservando alguna yema. Napar con salsa
aurora, queso parmesano y las yemas de huevo ralladas por encima.
- Gourmets:
Retirar yemas y mezclar con salmón, colas de cangrejo de rio y trufa. Ligar con
salsa mornay o salsa americana. Rellenar las claras y
gratinar
- Elena:
Retirar yemas y tamizar. Mezclar con atún en aceite escurrido y mezclar con
mahonesa. Rellenar con manga y boquilla rizada. Servir fríos.
- Huevos
cocinados sin cáscara y sin batir:
1- Huevos
escalfados:
Se
conocen también como
huevos pochés. Se pone agua a hervir sin sal (que licúa la
clara) y con vinagre (que tiene el efecto contrario), y se
meten los huevos sin cáscara, lo más suavemente posible. La clara debe envolver
a la yema y deben de quedar más o menos redondeados.
La clara queda cuajada y la yema
liquida. Tardan entre 2,5 y 3 min. Echar en el agua tapar y
apagar el fuego. Una vez cocinados, se sacan a un recipiente con agua fría para
que se refresquen. En el caso de que se vaya a consumir
inmediatamente se mete en agua templada para cortar el proceso de
cocción sin que se enfríe del todo. Se seca con una papel, y se les recortan
las barbas con una puntilla.
También los
podemos hacer envolviéndolos en un film "flor de huevo" con espray de aceite y
cociéndolos en agua o vapor unos 4,5´. Sacar y refrescar.
Normalmente van con alguna salsa que les acompaña, o se
utilizan de guarnición en otros platos.
Elaboraciones clásicas:
- Bourguignonne:
Escalfarlos en vino tinto, poner en costrón de pan, napar con la reducción del
vino y ligado con mantequilla maníe y añadiendo demi-glace.
- Gran Duque: Sobre costrón de hojaldre, puntas de espárrago, salsear con S. mornay y
glasear. Terminar con láminas de trufa y bouquet de espárragos.
- Nantúa:
En tartaleta con picadillo de colas de cangrejo y S. nantúa y decorado con
colas de cangrejo encima.
- Normanda:
En tartaleta con ostras escalfadas y salsa normanda. Napar los huevos con la
misma salsa (que es una veloute de lenguado con jugo de champiñones y jugo de
ostras ligado con yemas de huevo y nata).
2- Huevos cocotte:
Se engrasa la cocotera
que es el recipiente
donde se van a
cocinar con mantequilla, después se cascan los huevos
en la misma, y se meten al baño María
durante 2 o 3 minutos., dependiendo de la
temperatura del horno.
En el caso de que lleve guarnición esta se
meterá en el fondo del recipiente antes de cascar los huevos. Una vez cocinados se salsean.
Se utilizan como primer entrante o
para desayunos.
3- Huevos fritos:
Son huevos cocinados
en una grasa caliente, hay varias formas de
hacerlos, además la grasa que se
utilizara estará en función de la costumbre y de los resultados que queramos
obtener.
Elaboraciones clásicas:
- Huevos poele: fritos en mantequilla, (poca grasa), cuajados en la
satén a relativamente baja temperatura. Deben quedar con la clara blanca y la
yema roja. Se
acompañan de las guarniciones habituales.
- Huevos
fritos a la española: fritos en aceite, (aprox. un dedo de
aceite), cambia también la temperatura,
que será más fuerte. Debe de quedar la
clara cuajada y la yema de color rosada por encima. Seguirá teniendo
forma aplastada.
- Huevos buñuelo o a la andaluza: Se fríen en mucho aceite (el huevo debe de flotar) y muy caliente, de
forma que quede la clara envolviendo a la yema y además quede
ligeramente tostada.
- Huevos al plato: cuajados en platillos
especiales para ello. Se engrasan los platillos con mantequilla y se cascan los huevos acompañados de la guarnición
correspondiente (salsa de tomate, guisantes, espárragos, jamón, chorizo y/o pimiento
rojo). Cuajar en el horno.
Debe de quedar la yema líquida y la clara cuajada. Suelen acompañarse de varias salsas.
4- Huevos
escalfados en alguna
salsa o plato
ya cocinado:
Son
generalmente huevos que van de guarnición en algún plato caldoso y en el que se escalfa el
huevo.
- Huevos cocinados sin cáscara y batidos:
1- Huevos Revueltos: son preparaciones
a base de huevo batido y cuajado a baja
temperatura y sin dejar de remover, de
forma que tenga una consistencia cremosa. Va acompañado de diversas guarniciones que le dan nombre, los géneros más
habituales son verduras, mariscos, etc.
Hay que tener en
cuenta que la temperatura del aceite no
debe ser excesiva, la cantidad de
grasa será mínima, remover suave pero continuamente,
la sal se añade al final, los huevos para revuelto no se baten en exceso.
Los revueltos deberán quedar con una
consistencia jugosa, no excesivamente cuajados.
2- Tortillas: son preparaciones a base de huevos y otros géneros que se elaboran en sartén. Dependiendo
de la forma que se les dé, se
les llama natural o
españolas.
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